lunes, 25 de junio de 2018

BLOQUE 2: TEXTOS FOLCLÓRICOS


BLOQUE 2. TEXTOS FOLCLÓRICOS

He escogido estos textos, porque, a pesar de que tienen autor, siempre se han contado de generación en generación y en muchas ocasiones, se contaban de forma diferente, bien tenían un final distinto o la persona que lo contaba quitaba o ampliaba información del texto.

Los tres textos están pensados para trabajar en el curso de 5º de Primaria. Creo que la dificultad de los textos, vocabulario y moraleja, lo entenderán mejor en esa edad. 

LAS TRES HILANDERAS (HERMANOS GRIMM)

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Érase una niña muy holgazana que no quería hilar. Ya podía desgañitarse su madre, no había modo de obligarla. Hasta que la buena mujer perdió la paciencia de tal forma, que la emprendió a bofetadas, y la chica se puso a llorar a voz en grito. Acertaba a pasar en la Reina, y, al oír los lamentos, hizo parar la carroza, entró en la casa y preguntó a la madre por qué pegaba a su hija de aquella manera, pues sus gritos se oían desde la calle. Avergonzada la mujer de tener que pregonar la holgazanería de su hija, respondió a la Reina:


- No puedo sacarla de la rueca; todo el tiempo se estaría hilando; pero soy pobre y no puedo comprar tanto lino.

Dijo entonces la Reina:

- No hay nada que me guste tanto como oír hilar; me encanta el zumbar de los tornos. Dejad venir a vuestra hija a palacio conmigo. Tengo lino en abundancia y podrá hilar cuanto guste.
La madre asintió a ello muy contenta, y la Reina se llevó a la muchacha. Llegadas a palacio, condújola a tres aposentos del piso alto, que estaban llenos hasta el techo de magnífico lino.

- Vas a hilarme este lino -le dijo-, y cuando hayas terminado te daré por esposo a mi hijo mayor. Nada me importa que seas pobre; una joven hacendosa lleva consigo su propia dote.

La muchacha sintió en su interior una gran congoja, pues aquel lino no había quien lo hilara, aunque viviera trescientos años y no hiciera otra cosa desde la mañana a la noche.

Al quedarse sola, se echó a llorar y así se estuvo tres días sin mover una mano. Al tercer día presentóse la Reina, y extrañóse al ver que nada tenía hecho aún; pero la moza se excusó diciendo que no había podido empezar todavía por la mucha pena que le daba el estar separada de su madre. Contentóse la Reina con esta excusa, pero le dijo:

- Mañana tienes que empezar el trabajo. 
Nuevamente sola, la muchacha, sin saber qué hacer ni cómo salir de apuros, asomóse en su desazón, a la ventana y vio que se acercaban tres mujeres: la primera tenía uno de los pies muy ancho y plano; la segunda un labio inferior enorme, que le caía sobre la barbilla; y la tercera, un dedo pulgar abultadísimo. Las tres se detuvieron ante la ventana y, levantando la mirada, preguntaron a la niña qué le ocurría. Contóles ella su cuita, y las mujeres le brindaron su ayuda:

- Si te avienes a invitarnos a la boda, sin avergonzarte de nosotras, nos llamas primas y nos sientas a tu mesa, hilaremos para ti todo este lino en un santiamén.

- Con toda el alma os lo prometo -respondió la muchacha-. Entrad y podéis empezar ahora mismo.

Hizo entrar, pues, a las tres extrañas mujeres, y en la primera habitación desalojó un espacio donde pudieran instalarse.

Inmediatamente pusieron manos a la obra. La primera tiraba de la hebra y hacía girar la rueda con el pie; la segunda, humedecía el hilo, la tercera lo retorcía, aplicándolo contra la mesa con el dedo, y a cada golpe de pulgar caía al suelo un montón de hilo de lo más fino. Cada vez que venía la Reina, la muchacha escondía a las hilanderas y le mostraba el lino hilado; la Reina se admiraba, deshaciéndose en alabanzas de la moza. Cuando estuvo terminado el lino de la primera habitación, pasaron a la segunda, y después a la tercera, y no tardó en quedar lista toda la labor. Despidiéronse entonces las tres mujeres, diciendo a la muchacha:

- No olvides tu promesa; es por tu bien.
Cuando la doncella mostró a la Reina los cuartos vacíos y la grandísima cantidad de lino hilado, se fijó enseguida el día para la boda. El novio estaba encantado de tener una esposa tan hábil y laboriosa, y no cesaba de ponderarla.

- Tengo tres primas -dijo la muchacha-, a quienes debo grandes favores, y no quiero olvidarme de ellas en la hora de mi dicha. Permitidme, pues, que las invite a la boda y las siente a nuestra mesa.
A lo cual respondieron la Reina y su hijo: 

- ¿Y por qué no habríamos de invitarlas?
Así, el día de la fiesta se presentaron las tres mujeres, magníficamente ataviadas, y la novia salió a recibirlas diciéndoles:

- ¡Bienvenidas, queridas primas!

- ¡Uf! -exclamó el novio-. ¡Cuidado que son feas tus parientas!

Y, dirigiéndose a la del enorme pie plano, le preguntó: 
- ¿Cómo tenéis este pie tan grande?

- De hacer girar el torno -dijo ella-, de hacer girar el torno.

Pasó entonces el príncipe a la segunda:
- ¿Y por qué os cuelga tanto este labio?

- De tanto lamer la hebra -contestó la mujer-, de tanto lamer la hebra.

Y a la tercera
- ¿Y cómo tenéis este pulgar tan achatado?

- De tanto torcer el hilo -replicó ella-, de tanto torcer el hilo.

Asustado, exclamó el hijo de la Reina: 
- Jamás mi linda esposa tocará una rueca. 
Y con esto se terminó la pesadilla del hilado.



A)    ADAPTACION DEL TEXTO AL CURSO ELEGIDO
La única adaptación sería cambiar las palabras subrayadas por sinónimos que conozcan los alumnos: Por ejemplo, en vez de avienes cambiarlo por si nos prometes, congoja por tristeza…
Al tratarse de un texto que se va a contar, no se va a leer, simplemente al narrarlo, se cambiarán unas palabras por otras.


B)    CONTEXTO DONDE SE REALIZARÁ LA NARRACIÓN
Se realizará en el aula. Como tiene una parte individual, y luego otra grupal de poner en común, sería positivo que todos participasen y expresaran su opinión. Por eso sería conveniente empezar y terminar en una misma tarde o mañana, según la posibilidad de horarios. Nos pondremos en semicírculo para que todos los alumnos estén mirando y escuchando. Previamente,  le hemos  explicado al grupo, qué son los textos folclóricos y el profesor, se puede transformar en un contador de cuentos, y los alumnos en los personajes de un pueblo que disfruta en la plaza de un pueblo del cuento. Posteriormente, harán una reflexión individual, contestando de manera individual a diferentes preguntas sobre el texto. Luego se realizará una puesta en común, dialogando con los alumnos.



C)   CUESTIONES PARA PLANTEAR A LOS ALUMNOS Y GENERAR DIÁLOGO.
¿Por qué se paró la reina?

¿Por qué creéis que la madre mintió a la reina? ¿Qué opináis sobre eso?

¿Cuáles eran las características de las tres mujeres que ayudaron a la doncella?

¿Cómo creéis que reaccionaría la reina si descubriese el engaño? ¿ Y el novio?

¿Qué opináis de la actitud del novio ante las tres mujeres?

Si vosotros estuvieses en el lugar de la doncella, ¿hubieseis hecho lo mismo? Si no, ¿qué hubieseis hecho?


LA NIÑA DE LOS FÓSFOROS (HANS CRISTIAN ANDERSEN)
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¡Qué frío hacía!; nevaba y comenzaba a oscurecer; era la última noche del año, la noche de San Silvestre. Bajo aquel frío y en aquella oscuridad, pasaba por la calle una pobre niña, descalza y con la cabeza descubierta. Verdad es que al salir de su casa llevaba zapatillas, pero, ¡de qué le sirvieron! Eran unas zapatillas que su madre había llevado últimamente, y a la pequeña le venían tan grandes, que las perdió al cruzar corriendo la calle para librarse de dos coches que venían a toda velocidad. Una de las zapatillas no hubo medio de encontrarla, y la otra se la había puesto un mozalbete, que dijo que la haría servir de cuna el día que tuviese hijos.


Y así la pobrecilla andaba descalza con los desnudos piececitos completamente amoratados por el frío. En un viejo delantal llevaba un puñado de fósforos, y un paquete en una mano. En todo el santo día nadie le había comprado nada, ni le había dado un mísero chelín; volvíase a su casa hambrienta y medio helada, ¡y parecía tan abatida, la pobrecilla! Los copos de nieve caían sobre su largo cabello rubio, cuyos hermosos rizos le cubrían el cuello; pero no estaba ella para presumir.

En un ángulo que formaban dos casas -una más saliente que la otra-, se sentó en el suelo y se acurrucó hecha un ovillo. Encogía los piececitos todo lo posible, pero el frío la iba invadiendo, y, por otra parte, no se atrevía a volver a casa, pues no había vendido ni un fósforo, ni recogido un triste céntimo. Su padre le pegaría, además de que en casa hacía frío también; sólo los cobijaba el tejado, y el viento entraba por todas partes, pese a la paja y los trapos con que habían procurado tapar las rendijas. Tenía las manitas casi ateridas de frío. ¡Ay, un fósforo la aliviaría seguramente! ¡Si se atreviese a sacar uno solo del manojo, frotarlo contra la pared y calentarse los dedos! Y sacó uno: «¡ritch!». ¡Cómo chispeó y cómo quemaba! Dio una llama clara, cálida, como una lucecita, cuando la resguardó con la mano; una luz maravillosa. Parecióle a la pequeñuela que estaba sentada junto a una gran estufa de hierro, con pies y campana de latón; el fuego ardía magníficamente en su interior, ¡y calentaba tan bien! La niña alargó los pies para calentárselos a su vez, pero se extinguió la llama, se esfumó la estufa, y ella se quedó sentada, con el resto de la consumida cerilla en la mano.

Encendió otra, que, al arder y proyectar su luz sobre la pared, volvió a ésta transparente como si fuese de gasa, y la niña pudo ver el interior de una habitación donde estaba la mesa puesta, cubierta con un blanquísimo mantel y fina porcelana. Un pato asado humeaba deliciosamente, relleno de ciruelas y manzanas. Y lo mejor del caso fue que el pato saltó fuera de la fuente y, anadeando por el suelo con un tenedor y un cuchillo a la espalda, se dirigió hacia la pobre muchachita. Pero en aquel momento se apagó el fósforo, dejando visible tan sólo la gruesa y fría pared.

Encendió la niña una tercera cerilla, y se encontró sentada debajo de un hermosísimo árbol de Navidad. Era aún más alto y más bonito que el que viera la última Nochebuena, a través de la puerta de cristales, en casa del rico comerciante. Millares de velitas, ardían en las ramas verdes, y de éstas colgaban pintadas estampas, semejantes a las que adornaban los escaparates. La pequeña levantó los dos bracitos... y entonces se apagó el fósforo. Todas las lucecitas se remontaron a lo alto, y ella se dio cuenta de que eran las rutilantes estrellas del cielo; una de ellas se desprendió y trazó en el firmamento una larga estela de fuego.

«Alguien se está muriendo» -pensó la niña, pues su abuela, la única persona que la había querido, pero que estaba muerta ya, le había dicho: -Cuando una estrella cae, un alma se eleva hacia Dios.

Frotó una nueva cerilla contra la pared; se iluminó el espacio inmediato, y apareció la anciana abuelita, radiante, dulce y cariñosa.

- ¡Abuelita! -exclamó la pequeña-. ¡Llévame, contigo! Sé que te irás también cuando se apague el fósforo, del mismo modo que se fueron la estufa, el asado y el árbol de Navidad. Apresuróse a encender los fósforos que le quedaban, afanosa de no perder a su abuela; y los fósforos brillaron con luz más clara que la del pleno día. Nunca la abuelita había sido tan alta y tan hermosa; tomó a la niña en el brazo y, envueltas las dos en un gran resplandor, henchidas de gozo, emprendieron el vuelo hacia las alturas, sin que la pequeña sintiera ya frío, hambre ni miedo. Estaban en la mansión de Dios Nuestro Señor.

Pero en el ángulo de la casa, la fría madrugada descubrió a la chiquilla, rojas las mejillas, y la boca sonriente... Muerta, muerta de frío en la última noche del Año Viejo. La primera mañana del Nuevo Año iluminó el pequeño cadáver, sentado, con sus fósforos, un paquetito de los cuales aparecía consumido casi del todo. «¡Quiso calentarse!», dijo la gente. Pero nadie supo las maravillas que había visto, ni el esplendor con que, en compañía de su anciana abuelita, había subido a la gloria del Año Nuevo.



A)    ADAPTACION DEL TEXTO AL CURSO ELEGIDO

La única adaptación sería cambiar las palabras subrayadas por sinónimos que conozcan los alumnos o explicarles el significado para tener vocabulario nuevo. Al tratarse de un texto que se va a contar, no se va a leer, simplemente al narrarlo, se cambiarán unas palabras por otras.

B)    CONTEXTO DONDE SE REALIZARÁ LA NARRACIÓN.


Se realizará en el aula. Como tiene una parte individual, y luego otra grupal de poner en común, sería positivo que todos participasen y expresaran su opinión. Por eso sería conveniente empezar y terminar en una misma tarde o mañana, según la posibilidad de horarios. Nos pondremos en semicírculo para que todos los alumnos estén mirando y escuchando. 

Previamente,  le hemos  explicado al grupo, qué son los textos folclóricos y el profesor, se puede transformar en un contador de cuentos, y los alumnos en los personajes de un pueblo que disfruta en la plaza de un pueblo del cuento. 

Posteriormente, harán una reflexión individual, contestando de manera individual a diferentes preguntas sobre el texto. 

Por último se realizará una puesta en común, dialogando con los alumnos.


C)   CUESTIONES PARA PLANTEAR A LOS ALUMNOS Y GENERAR DIÁLOGO

¿Creéis que el chico que cogió la zapatilla se comportó bien?

¿Por qué no quería volver a casa la niña?

¿Creéis que los padres eran justos con ella? ¿Creéis que vuestros padres actuarían así?

¿Por qué pensáis que murió la niña?

¿Os ha gustado el final? ¿Qué cambiaríais?

Imaginaros que estáis en la situación de la niña, ¿Qué haríais?


LOS MÚSICOS DE BREMEN (HERMANOS GRIMM)

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Un hombre tenía un asno que durante muchos años le había llevado los sacos al molino pacientemente, pero sus  fuerzas estaban llegando a su fin, de tal manera que cada día era menos apto para el trabajo.

El amo pensó entonces deshacerse de él, pero el asno se dio cuenta de que no soplaban vientos favorables y se escapó poniéndose en camino hacia Bremen; allí pensaba que podía hacerse músico municipal. Cuando había andado un poco se encontró a un perro de caza tirado en la cuenca del camino, jadeando como quien se ha cansado de tanto correr:

-Bueno, ¿cómo jadeas tanto, mordedor?-preguntó el asno.

-¡Ay!-dijo el perro-.Como ya soy viejo y cada día estoy más débil y ya no puedo ir de caza, mi amo me ha querido matar; así que he tomado las de Villadiego, pero ¿cómo me voy a ganar mi sustento?

-¿Sabes una cosa?-dijo el asno-.Yo voy a Bremen a hacerme músico  municipal; vente conmigo y haz que te acepten también como músico. Yo tocaré el laúd y tú las trompetas.

El perro se puso contento y siguieron el caminando. No había pasado mucho tiempo cuando vieron un gato en el camino con una cara muy larga.

-¿Qué es lo que ha contrariado tus proyectos? Atúsate el bigote, hombre-dijo el asno.

-¿Quién puede divertirse cuando está amenazado de muerte? Como me hago viejo, mis dientes se están poniendo romos y me gusta mucho más estar sentado al lado de la estufa y pensar en las musarañas que andar cazando ratones, mi ama me ha querido ahogar. Yo me he escabullido, pero aconsejadme, ¿adónde voy yo?

-Vente con nosotros a Bremen; tú sabes hacer música nocturna y puedes llegar a ser músico municipal.
Al gato le pareció bien la idea y se fue con ellos.

Poco después pasaron los tres furtivos al lado de una granja; allí en el portón estaba el gallo de la casa y gritaba hasta desgañitarse:

-Tus chillidos le llegan a uno hasta la médula-dijo el asno-.¿Qué te pasa?

-He profetizado buen tiempo-dijo el gallo, porque es el día en el que Nuestra Señora le lava la camisita al niño Jesús y se la tiene que secar; pero como mañana es domingo y vienen huéspedes, la dueña de la casa no ha tenido compasión de mí y le ha dicho a la cocinera que me quiere comer mañana en la sopa; por ello tiene que cortarme este tarde. A causa de todo esto chillo a voz en grito todo el tiempo que me es posible.

-¿Qué dices, cresta roja?-dijo el asno-.Vente con nosotros a Bremen; mejor que la muerte siempre se encuentra algo; tienes buena voz y, si hacemos música juntos, ésta deberá tener gracia.

Al gallo le gustó la propuesta y así se fueron los cuatro juntos. No pudieron llegar a Bremen en un día y por la noche encontraron un bosque donde decidieron pasar la noche. El asno y el perro se tumbaron bajo un árbol; el gato y el gallo se colocaron en las ramas: el gallo voló hasta la copa, donde se sentía más seguro. Antes de dormirse miró a todos los lados y le pareció que en la lejanía veía arder una chispa, por eso gritó a sus camaradas que no lejos tenía que hacer una casa, ya que brillaba una luz. El asno dijo:

-Bien, entonces nos levantaremos y nos iremos; ésta no es una buena posada. El perro pensaba que unos huesos y algo de carne le vendrían bien. Se pusieron, por tanto, en camino en dirección al lugar de donde procedía la luz, y pronto vieron un brillo cada vez más fuerte y más intenso, hasta que llegaron a una casa llena de ladrones bien alumbrada. El asno, como era el más grande, se acercó a la ventana y miró hacia dentro.

-¿Qué ves rucio?-preguntó el gallo

-¿Qué veo?-contestó el asno-.Una mesa con rica comida y bebida, y ladrones sentados a su alrededor pasándolo bien.

-Eso no nos vendría mal-dijo el gallo

-Sí que estaríamos bien ahí-dijo el asno.

Entonces se pusieron a deliberar qué tenían que hacer para expulsar a los ladrones, y por fin encontraron el medio. El asno tenía que ponerse con las patas delanteras en la ventana, el perro encima del lomo del asno, el gato treparía sobre el perro y finalmente el gallo volando se colocó encima de la cabeza del gato. Cuando estaban ya preparados, a una señal empezaron todos a hacer música: el asno rebuznaba, el perro ladraba, el gato maullaba y el gato cantaba; luego se precipitaron todos por la ventana de la habitación con tal ímpetu, que todos los cristales tintinearon. Los ladrones dieron un enorme salto al oír el ruido espantoso, pensaron que era un fantasma que había entrado y huyeron muertos de miedo al bosque. Después de esto, los cuatro camaradas se sentaron a la mesa, cogieron con gusto lo que había quedado y comieron como si después tuvieran que ayunar cuatro semanas.

Cuando los cuatro músicos hubieron acabado, apagaron la luz y buscaron un sitio para dormir, cada uno según su naturaleza y comodidad. El asno se puso en el estiércol, el perro detrás de la puerta, el gato en el fogón junto a la ceniza caliente y el gallo en la viga. Cuando había pasado ya la medianoche y los ladrones vieron de lejos que no había luz en casa y que todo parecía estar tranquilo, dijo el capitán:

-No debíamos habernos dejado intimidar tan pronto- e hizo que uno fuera a investigar a la casa.

El enviado encontró todo en silencio: fue a la cocina para encender una luz, y creyendo que los ojos brillantes y como de fuego del gato eran carbones encendidos, echó una cucharadita de azufre para que se prendiese el fuego. El gato, que no entendía de bromas, le saltó a la cara, le bufó y le arañó. El ladrón se asustó enormemente y quiso salir por la puerta trasera, pero el perro, que estaba allí tumbado, saltó y le clavó los dientes en una pierna. Cuando en el corral pasaba corriendo por el estiércol, el asno le dio una fuerte coz con la pata trasera; el  gallo, que se había despertado y despabilado con el ruido, gritó desde la viga:”¡Quirquiriquí!¡Quiriquiquí!”.El ladrón corrió como alma que lleva el diablo, junto a su capitán y dijo:

-¡Qué horror! En la casa hay una espantosa bruja que me ha bufado y con sus largas uñas me ha arañado la cara; en la puerta un hombre con un cuchillo me ha pinchado la pierna; en el corral hay un monstruo negro que me ha dado con una maza, y arriba en el techo está sentado el juez que grita:”¡Traédmelo aquí!¡Traédmelo aquí!” Por eso hice todo lo posible para largarme.

Desde ese momento no se atrevieron a acercarse a la casa. A los cuatro músicos de Bremen les gustó tanto, que no volvieron a salir de allí.

Y el último que lo ha contado se ha sentido feliz contando esta historia.


A)    ADAPTACION DEL TEXTO AL CURSO ELEGIDO

Como en los textos anteriores,  solo vería que palabras voy a decir al narrar el cuento y que creo que los alumnos pueden desconocer para modificarlas por otras. En este cuanto sí que omitiría la oración  que he subrayado, y contaría directamente que la dueña del gallo le quiere cocinar en una sopa.

B)    CONTEXTO DONDE SE REALIZARÁ LA NARRACIÓN

En una clase de lengua, empleando la misma dinámica que para el texto anterior. El grupo se pone en círculo y el profesor cuenta el cuento. Luego se deja un tiempo de reflexión individual y más tarde tienen que hacer una puesta en común por grupos.

C)   CUESTIONES PARA PLANTEAR A LOS ALUMNOS Y GENERAR DIÁLOGO

-       ¿Por qué ya no quieren los dueños a los diferentes animales? ¿Qué te parece la actitud de los dueños? (aquí se puede hablar del valor de la vejez, del cuidado a nuestros mayores, y hasta del cuidado de los animales, y la responsabilidad de tenerlos y cuidarlos aunque tengan muchos años, 

-       ¿Qué valores positivos y negativos hay en los personajes del cuento?

-       ¿Cómo logran entrar en la casa? ¿Podrían haberlo hecho uno solo?¿Por qué? 

-       ¿Qué herramientas utilizan para hacer escapar a los ladrones?

-       ¿Qué te parece el final de la historia?

-       -¿Te ha gustado el cuento?¿Por qué?



CONCLUSIÓN:
Considero que se ha perdido un poco la esencia de los textos folclóricos. Yo recuerdo cómo mi abuela me contaba alguno de estas historias, y las recordaba de una menra diferente que como las ha recopilado este autor. Por eso creo que como docente y desde un aula podemos acercar estos textos a los niños, que vean la importancia de la tradición oral y de cómo puede cambiar una historia dependiendo de quien te la cuente. Es una actividad que me ha gustado mucho, ya que me ha hecho recordar mi niñez y me gustaría llevarla a la práctica algún día.




BIBLIOGRAFÍA

4 comentarios:

  1. ¡Hola Marta!
    Encantado de saludarte, y espero que algún día de conocerte. Creo que no nos conocemos en persona, ¿no? Pero vamos, conociéndome yo a mí mismo, con lo malo que soy para los nombres, no descarto que nos conozcamos de sobra y que ahora mismo estés pensando que cómo es posible que te esté diciendo esto.
    Si es así, discúlpame, por favor. Conste que, por si acaso, antes de escribirte este párrafo inicial, he buscado sin éxito una foto en tu blog.
    En fin. Espero que lleves bien el final de curso. ¡Mucha suerte y ánimo!

    Pues nada, mujer, que voy a ver si soy capaz de comentarte las entradas de tu blog antes de que Irune se me adelante.
    Vamos a ello.

    Sin duda, Marta, estoy de acuerdo contigo en la necesidad de recuperar los cuentos folclóricos para el aula, para nuestra labor como docentes. Comparto también -y así lo he puesto de manifiesto en mi entrada correspondiente de blog-, el hecho de que la transmisión oral ayudó a crear diversas versiones de los cuentos.

    La elección de los textos me parece muy interesante, compañera. En verdad te digo que, en base a esos textos, estoy seguro de que tendrías éxito en el planteamiento de las actividades en tu aula, con debates grupales e interpretaciones de los alumnos muy interesantes sobre diversos temas. Sin embargo, Marta, el problema que encuentro es que no comentas a qué grupo está dirigido tu planteamiento. Según a qué edades te dirigieras, estos textos podrían ser complejos, sencillos, o incluso, en algún curso, podrían no estar dentro de los ámbitos de interés de los alumnos. Sin saber la franja de edad a la que lo diriges, no me atrevo a profundizar más en este aspecto.

    Cosa similar sucede con las adaptaciones. Si bien el cambio de palabras puede ayudar mucho, en los cursos superiores de Primaria podría ser contraproducente, pues el hecho de aprender vocabulario nuevo les ayudará: tengamos en cuenta que muchas de estas palabras las encontrarán en textos clásicos que, probablemente, deberán leer en un futuro.

    Respecto a los debates: como sabemos de sobra, son actividades muy interesantes, fundamentales en la enseñanza en Primaria hoy en día. Además, creo que los profesores de la generación que estamos a punto de llegar al mercado laboral, debemos fomentar abiertamente el carácter dialógico del proceso de enseñanza-aprendizaje. Los debates pueden, además, dar lugar a conocer más en profundidad a nuestros alumnos (con los beneficios que ello conlleva en prácticamente todos los ámbitos de nuestra labor). Conocerles como alumnos, y conocer su modo de pensar incluso fuera del contexto escolar. Este aspecto, por cierto, del conocimiento de los alumnos es algo que has manejado muy bien en tu exposición. Simplemente te diría que tengamos cuidado con el peso que le damos a los debates en relación al peso de otro tipo de actividades, pues una sucesión de debates tal vez se pueda hacer un poco repetitiva. En este sentido, creo que añadir alguna otra actividad de apoyo dinamizaría más el conjunto del planteamiento, y ayudaría, también, a asimilar los conocimientos.

    Me gustaría ofrecerte algún comentario aún más concreto en base a edades, pero me temo que al faltarme el curso al que te estás dirigiendo, no puedo precisar mucho más.

    Aún así, espero, compañera, que te sirvan estos comentarios que con toda la humildad del mundo realizo sobre un trabajo, el tuyo, que me parece objetivamente muy interesante y completo.

    Te mando un abrazo fuerte desde la distancia física pero desde la cercanía espiritual de estar los dos embarcados en la misma tarea final, en estos últimos momentos del curso 2017-2018.

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    1. Tomo nota Guillermo. Muchas gracias por tu comentario! Y tienes razón en que se me h olvidado poner las edades y creo que es algo muy importante asique ahora mismo lo cambio!!!


      Gracias


      UN SALUDO

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